Obras en una vivienda alquilada
En el medida en que el contrato de arrendamiento se mantenga en vigor durante un período mínimamente prolongado, es muy normal que se plantee ya sea la necesidad o la conveniencia de realizar alguna obra en la vivienda.
Estas obras en unos casos pueden ser imprescindibles para mantener las condiciones de habitabilidad iniciales y en otros muy recomendables para mejorar el confort o el equipamiento de la vivienda.
Por eso se diferencia entre obras necesarias o de conservación y obras de mejora.
La realización de ambos tipos de obras puede corresponder tanto al arrendador como al inquilino y el tratamiento que se da por parte de la legislación a unos y otros casos es bastante diferenciado, tal y como veremos a continuación:
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