Al inquilino:

• Que insista en que el contrato no sea puramente verbal, sino que quede reflejado por escrito a través de un documento en que se recojan con claridad tanto las cláusulas básicas, como las opcionales  que hayan podido acordar entre él y el arrendador
• Que compruebe la titularidad registral de la vivienda y que el firmante del contrato tiene poder suficiente para hacerlo.
• Que, antes de comenzar a habitar la vivienda, compruebe bien si se encuentra en buenas condiciones de habitabilidad; cuenta con las instalaciones y equipamientos que haya ofrecido el arrendador y  todos ellos funcionan correctamente. En caso contrario, lo debe indicar claramente y exigir al propietario la realización de las reparaciones o mejoras oportunas.
• Que, si la vivienda la va a alquilar amueblada, verifique el estado de todo el mobiliario y solicite que conste en el contrato un inventario detallado del  mismo
• Que, si son varios los que van a alquilar o compartir la vivienda,  lo hagan constar con claridad desde un principio y, en la medida de lo posible, figuren todos en el contrato.